Corbeaux (Cuervos)

Bouchra Ouizguen, Compagnie O

Martes 2 de julio, 2019 – 19:00 h. Edificio Sabatini, Sala de Bóvedas / Miércoles 3 de julio, 2019 – 13:00 h. Edificio Sabatini, Sala 102
Ficha artística

Concepto y dirección artística: Bouchra Ouizguen
Intérpretes: Kabboura Aït Ben Hmad, Khadija Amrhar, Fatéma El Hanna, Hasnae El Ouarga, Mariam Faquir, Fatna Ibn El Khatyb, Halima Sahmoud, Malika Soukri, Joséphine Tilloy y Julie Viala
Administración: Mylène Gaillon
Producción: Compagnie O
Apoyo: Instituto Francés de Marruecos

Organiza
Museo Reina Sofía
Comisariado
Isabel de Naverán

Corbeaux es una de las piezas que más me cautiva, porque todo está por hacer. Incluso si ya ha sido creada, tengo la impresion de que cada vez hay cosas que se me escapan”

Bouchra Ouizguen

Como parte del ciclo de artes escénicas realizado en colaboración con los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, el Museo Reina Sofía presenta, en dos sesiones, Corbeaux [Cuervos] de la coreógrafa Bouchra Ouizguen. Al finalizar la sesión del martes 2 de julio, la artista y algunas de las bailarinas de la compañía Compagnie O mantendrán una conversación abierta con el público, presentada y moderada por Isabel de Naverán.

"Sentí una necesidad vital de crear este espectáculo —que, de hecho, no lo es—, al ver evolucionar a las bailarinas de la compañía, pero también al haber convivido con numerosos rituales que tienen lugar en mi país, Marruecos, y que forman parte de mi vida. Otras piezas se han generado a partir de una reflexión, de materiales que condujeron a la realización de un espectáculo; sin embargo, Corbeaux nace de un impulso vital, de un latido del corazón. No tenía nada y por tanto todo estaba allí. Así que salí de las salas de teatro, pues este proyecto no tenía sentido en ellas." Tal y como la coreógrafa expresa con estas palabras, recogidas en la entrevista que Nadège Michaudet le realizó durante el Festival d'Automne de París en 2016, Corbeaux supone un desplazamiento hacia espacios de presentación no convencionales, así como una intensa experiencia tanto para las integrantes de su compañía como para el público.

Corbeaux es una suerte de "escultura viviente" sin artilugios, compuesta por elementos crudos, gestos, silencios y, a veces, gritos de un grupo de mujeres vestidas de negro, cuyos cuerpos crean figuras y formas en el espacio que comparten con los espectadores. En el transcurso de la pieza, las nociones preconcebidas sobre el tiempo y el espacio se desvanecen en favor de una vivencia difícil de clasificar, que se pretende a la vez íntima y universal.

Para esta pieza, Ouizguen realizó una investigación en torno a la literatura persa de los siglos IX al XII, interesada por cómo durante ese periodo las palabras libres y la sabiduría de dementes fueron acogidas y valoradas en la comunidad. A través de estas figuras, imbuidas desde su infancia por los rituales de Isawa y Hmadcha, propios de Marrakech, esta propuesta convoca recuerdos de noches interminables de trance y transformación.

Concebida originalmente en el marco de la Bienal de Arte Contemporáneo de Marrakech en 2014, Corbeaux fue pensaba para realizarse una sola vez; sin embargo, se ha presentado y experimentado desde entonces en numerosas ocasiones y en distintos lugares como Bélgica, Alemania, Líbano, Francia o Estados Unidos.

Precisamente, a raíz de su interpretación en este último país, la investigadora Leila Tayeb escribió en la revista Walker Reader, en 2017, que Corbeaux "describe la cualidad radical de la vitalidad", al tiempo que reflexionaba sobre las paradojas que se desvelan cuando la mirada occidental, en concreto, norteamericana, trata de interpretar propuestas generadas en el seno de sociedades y tradiciones que le son ajenas:

En Estados Unidos, algunas de las reacciones al trabajo de Ouizguen siguen el patrón, bien asimilado desde el siglo XIX, por el cual los observadores occidentales interpretan el movimiento, el sonido o las vestimentas como ingredientes originales, brutos, de una cultura norteafricana exótica y digerible, cuya destilación es la misión de la danza. Según esta fórmula de análisis, las intervenciones particulares de una artista o compañía tienden a ser incluidas en toda una serie de narrativas ligadas a los significados previamente asignados por razón de lugar. Algunos lugares resultan privilegiados, como aquellos capaces de representar la verdad universal (occidental), mientras que otros se convierten en reinos de fantasía en los que hallar placer en el misterio. Y es en este punto donde quiero sugerir la posibilidad de interpretar el trabajo de Ouizguen desde una doble perspectiva: por una parte, aprendiendo acerca de la especificidad de los orígenes (dispares) tanto de la coreógrafa como de las integrantes de la Compagnie O, simultáneamente, atendiendo a cómo se abordan en la composición cuestiones de primer orden que exceden los marcos nacionales o étnicos.

Bouchra Ouizguen (Ouarzazate, Marruecos, 1980) es coreógrafa y bailarina. Desde 1998 realiza su trabajo artístico en Marrakech, comprometida con el desarrollo de la escena coreográfica local. Su práctica atraviesa cuestiones en torno a la sociedad contemporánea y la relación entre las artes visuales y las artes populares de su país, a través de distintos formatos y medios como la performance, el sonido y el vídeo. Artista autodidacta y bailarina oriental desde los 16 años, sus primeros trabajos experimentales, como Ana Ounta o Mort e moi, muestran un claro interés por la literatura, la música y el cine. En 2010 crea su propia compañía: Compagnie O. Recibe en 2010 el premio a la revelación coreográfica de la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos (SACD) de Francia y el premio del sindicato de la crítica Théâtre Musique Danse por su conocida pieza Madame Plaza (2008), en la que comparte escenario con bailarinas-cantantes aïtas. En 2011 realiza, junto al coreógrafo Alain Buffard, el solo Voyage Cola en el marco del Festival d'Avignon. Un año más tarde, concibe Ha!, una pieza para varias bailarinas-cantantes en el Festival de Montpellier, retomada en 2013 en el Centro George Pompidou de París.

Tras la creación de Corbeaux (2014), presenta Ottof (Hormigas, en lengua bereber) en el Festival Montpellier Danse en 2015. En 2017 crea Jerada, proyecto imaginado para los bailarines de Carte Blanche, la Compañía Nacional de Danza de Noruega, que logró el premio de la crítica al mejor espectáculo de danza de este país.


Con la colaboración de    Santander Fundación