El mundo es la escena: ¡musicales!

El ciclo se inaugura con una pequeña obra maestra del primer Almodóvar: una comedia musical a ritmo de bolero, rumba y rock alternativo sobre el desamor y la pasión protagonizada por Poch, el cantante de Derribos Arias como amante fugitivo; Bibiana Fernández, mujer fatal; y Sonia Hohmann, ama de casa abandonada. A continuación se proyecta Diferente, primer largometraje con un protagonista homosexual del cine español, de Luis M. Delgado. La película narra las frustraciones de un virtuoso coreógrafo y bailarín, interpretado por Alfredo Alaria, que por presiones de su familia (perteneciente a la alta burguesía) debe dejar el mundo de la escena por la empresa familiar, quizá para redirigir, a ojos de sus familiares, una “sexualidad desviada”. El modo en que esta película logró superar la censura franquista, en plena Ley de Vagos y Maleantes que criminalizaba la homosexualidad, es uno de los grandes misterios de nuestro cine. El filme fusiona los grandes números de Broadway con la tradición del flamenco español, y usa las escenas musicales como registro de las pulsiones inconscientes del reprimido artista.

Zero Patience [El paciente cero], escrita y dirigida por John Greyson, examina y refuta la leyenda urbana de la supuesta introducción del VIH en América del Norte por un solo individuo, Gaëtan Dugas (1953-1984). Dugas, conocido en la historia del sida como el paciente cero, fue etiquetado en el imaginario popular como responsable de propagar la enfermedad en Estados Unidos y Canadá debido al libro de Randy Shilts sobre los orígenes de la epidemia: And the Band Played On (1987). La película cuenta esta historia en el contexto de un romance entre el personaje anacrónico de sir Richard Francis Burton (1821-1890), desplazado en el tiempo, y el fantasma de Zero —no identificado como Dugas en la producción—, mientras se organiza una exposición sobre los orígenes de la enfermedad. Es un filme esencial y poco conocido del llamado New Queer Cinema.

La película trata sobre el reverso del éxito, la pulsión hacia la autodestrucción y la belleza como redención, así como la gran historia del musical y el triunfo del artificio sobre el realismo. Annette es, según revistas como Sight & Sound y Film Comment, una de las diez películas imprescindibles del siglo XXI. Narra la historia de amor con ecos de La bella y la bestia entre un cómico (y crudo) monologuista (Adam Driver) y una delicada cantante de ópera (Marion Cotillard), lo que sucede cuando ambos tienen una hija pero sus carreras siguen caminos opuestos. Con los temas en directo del apabullante pop sintético de los californianos Sparks, quienes propusieron a Carax la idea de la película, Annette incide sobre un tema común del musical de la Edad de Oro hollywoodiense: gente rica y guapa sobreviviendo a la maquinaria del espectáculo.

Musical clásico de Hollywood caracterizado por la afirmación de los valores del entretenimiento por encima de cualquier obstáculo o contingencia. Se centra en el viejo tema del cine dentro del cine, o el musical dentro del musical, en el que un bailarín ya mayor, interpretado por Fred Astaire con resonancias de sí mismo, vuelve a Broadway de la mano de dos amigos guionistas y un empresario teatral con ínfulas culturales, obsesionado con montar una trasnochada versión expresionista de Fausto, de Goethe (1808). El abandono de esta pretensión artística por las formas de la música y los géneros populares,  la organizacion del propio  equipo frente a las demandas del empresario, así como la química entre el bailarín en crisis, Astaire, y la joven bailarina, Cyd Charisse, consiguen salvar el espectáculo.

Una de las cumbres del cine indio y universal, el director, actor y productor Guru Dutt, moriría con apenas 39 años definiendo el modelo de melodrama musical indio y sirviendo de gran referente para la época más brillante y original de Bollywood. El cine de Dutt se basa en un impactante estilo visual con insólitos ángulos y movimientos de cámara unidos a temas de melancolía y disconformidad del protagonista frente a un mundo insensible. A su vez, logra una síntesis de elementos musicales, comerciales y populares que definirá al cine de Bollywood. Pyaasa está considerada como su mejor película y es uno de los grandes clásicos del cine indio. Se trata de la historia de un poeta incomprendido, interpretado por el propio Dutt, que experimenta el amor, el fracaso y la traición mientras lucha por el reconocimiento de su trabajo.

Kubánksiye kazakí [Cosacos de Kubán] es una réplica soviética del musical de la Edad de Oro de Hollywood, situada entre el cine de entretenimiento en pleno terror estalinista y la epopeya campesina, con canciones dedicadas a la tierra, al tractor y a los planes quinquenales. Considerada, a veces, como película de propaganda, en años recientes ha elevado su estatus a película de culto. Constituye la superproducción más esforzada de la comedia musical soviética que tendría a Marina Ladynina, esposa del cineasta, como gran estrella. Frente al jazz, la noche o el gran espectáculo de Broadway, este género tendría en su centro la vida en el kolkhoz, las granjas comunitarias de la Unión Soviética.

Zouzou es el primer largometraje que cuenta con una actriz negra como protagonista, quien, además, constituye un caso fascinante al desbordar cualquier tema y elenco para representarse a sí misma, llegando a marcar toda una época. Así ocurre con la actriz, bailarina y cantante afroamericana Joséphine Baker, símbolo de la Belle Époque e icono para los artistas de vanguardia, quienes verían en ella una síntesis entre modernidad y exotismo. La película trata sobre una historia de amor entre los hermanastros Jean (Jean Gabin) y Zouzou (Joséphine Baker) y el ascenso de la humilde trabajadora a reina de la noche parisina. Baker muestra un estilo de canto y baile propio, combinando danza, comedia y voluptuosidad en una mezcla de espontaneidad y sofisticación que romperá el esquema “primitivista” que la película desarrolla.

Med Hondo busca producir un cine nacional panafricano independiente de la industria occidental, pero combativo y consciente de la historia de explotación entre África y Occidente. Restaurada recientemente, esta película es uno de los musicales más originales de la historia, pues muestra la historia del colonialismo por medio de un barco esclavista, construido en una fábrica abandonada de Citroën, como escenario gigantesco para distintos números y canciones. La película se compone de distintas secuencias históricas, desde el cultivo de la caña de azúcar en las Antillas por esclavos africanos hasta la emigración afrocaribeña contemporánea a Francia en busca de un futuro mejor. Sobre este filme Hondo comenta: “Quería liberar el concepto mismo de comedia musical de su sello estadounidense y mostrar que cada pueblo en la tierra tiene su propia comedia musical, su propia tragedia musical y su propio pensamiento formado a través de su propia historia".

Dos comedias musicales feministas realizadas por dos mujeres cineastas como trabajos de fin de carrera, modestos en medios pero de enorme valor. Ambas películas usan la aparente levedad de este género fílmico para hablar de las reivindicaciones feministas, como la igualdad laboral de la mujer o el divorcio en la España franquista. En Gigi (from 9 to 5) [Gigi (de 9 a 5)] la antropóloga y cineasta Joanne Nucho aborda la extenuante jornada laboral de la joven protagonista. En Margarita y el lobo, cinta histórica y paradójicamente olvidada hasta años recientes, Cecilia Bartolomé nos presenta a una mujer artista independiente y valiente que decide divorciarse y reiniciar su vida. Una crítica cantada a la hipocresía de la alta burguesía, a la connivencia de la Iglesia durante el franquismo y al machismo de una supuesta izquierda en un momento en el que el divorcio seguía prohibido. También es una obra cumbre del nuevo cine español a cargo de la primera mujer, junto a Josefina Molina, graduada en Dirección de Cine en la Escuela Oficial de Cine de Madrid.

Película insólita dentro de la amplia filmografía de Agnès Varda, gran autora de cine documental. En primer lugar, es un largometraje de ficción de gran carga dramática y poderosas interpretaciones. En segundo, un filme de carácter militante, que cambia la ingenuidad tradicional de Varda por una posición reivindicativa. Tercero, es una original mezcla entre realismo y género musical, discursos a priori antitéticos. La película narra la amistad entre dos mujeres a lo largo de más de una década, Pauline (Valérie Mairesse), una joven de 16 años, y Suzanne (Thérèse Liotard), una madre de 22 años. De fondo están las luchas del movimiento feminista, especialmente el derecho al aborto, que las reunirán periódicamente en distintos avatares vitales. Un retrato de dos amigas y del movimiento feminista en forma de musical. 

Una de las películas más taquilleras y exitosas de la II República, proyectada durante esta fiesta popular y estival que sigue celebrándose en Madrid: la verbena de la Paloma. La película adapta la zarzuela al género musical y ofrece una versión castiza y naturalista de una historia de amor, juventud y clase social. La verbena de la Paloma representa lo popular esforzándose en recrear el lenguaje de la calle y las viviendas típicas de la clase obrera madrileña: las corralas. También destaca la histórica representación de una amplia calle poblada de figurantes, tranvías y arquitecturas como gran escenario de la vida pública madrileña.

Delirante película de inspiración surrealista que acude al flamenco para formular un musical centrado en la pasión por encima de la razón y de cualquier otro sentimiento. Lola Flores y Manolo Caracol son una pareja artística y sentimental que sobrevive a base de pequeñas actuaciones. El descubrimiento del descomunal talento de la Faraona por un empresario musical conduce a Caracol a una espiral de celos que los llevará a la ruptura. Mientras Lola Flores triunfa, Caracol se hunde en el alcoholismo. En medio de esta narración elemental, se suceden los oníricos números musicales de la flamenca, que traen de vuelta el imaginario surrealista de las vanguardias a la España del franquismo.

Berlín, 1931. Un joven profesor llega a la ciudad para perfeccionar su alemán en pleno ascenso del nazismo y comienzo de las persecuciones a la comunidad judía. En la pensión donde se aloja conoce a Sally Bowles (Liza Minnelli), una joven vitalista norteamericana que se gana la vida actuando en el cabaret Kit-Kat Club. El musical obtuvo un fulgurante éxito al obtener ocho premios Óscar —mejor director (Bob Fosse), mejor actriz (Liza Minnelli) y mejor actor de reparto (Joel Gray), entre otros—, siete BAFTA y tres Globos de Oro. Cabaret desarrolla el club nocturno como un mundo aparte en el que poder gozar sin fin mientras el mundo exterior se derrumba. El director, Bob Fosse, demuestra su talento como coreógrafo en míticos números musicales (como Willkommen y Money, Money) que superan al resto de la trama. 

Versión trash y underground de Cabaret, a cargo del director de cine y activista LGTB Rosa von Praunheim. Un grupo de actores y actrices interpretándose a sí mismos ejercen en una versión actualizada del Kit-Kat Club de Cabaret, ahora convertido en una hamburguesería con la influencia ubicua de lo norteamericano. En The Hamburger Queen, regentado por el bailarín negro y drag Angie Stardust, se reúne un grupo de personajes inusuales: Gary, un bailarín enamorado de la magia; Tara O'Hara, un exenfermero orgulloso de sus encantos andróginos; Joaquín La Habana, cantante que actúa como hombre y mujer al mismo tiempo; Judith y Tron, trapecistas que preparan un número erótico y salvaje; y Lía, quien conoce a un agente de la Alemania Oriental que logrará convertirla en la estrella de rock más famosa del país. El filme es testimonio de la contracultura de la ciudad y un musical de culto.

Consecuencia de la larga crisis financiera, política y social de Europa de las últimas décadas, esta película radiografía como pocas el malestar de la clase obrera y las esperanzas en imaginar y llevar a cabo otra manera de vivir. Premio de la Crítica en la Quincena de Realizadores de Cannes 2017 y Giraldillo de Oro a la mejor película en el 14 Festival de Cine de Sevilla, el filme cuenta la paralización de una fábrica portuguesa, el despido de sus trabajadores y la puesta en marcha de la autogestión del espacio de producción, al tiempo que reflexiona sobre la asfixia del sistema económico. Rodada en 16 mm, combina el documental político, la ficción dramática y el musical. El baile y el canto comienzan cuando la fábrica es gobernada por vez primera por una lógica comunitaria. ¿Qué puede ser eso sino la felicidad que siempre nos ha prometido el musical?

Melodrama musical sin artificios y rodado con la cámara al hombro, al estilo del movimiento Dogma 95, que revisa el canon del musical norteamericano de la Edad de Oro. Selma (Björk) es una emigrante checoslovaca y madre soltera que trabaja en una fábrica metalúrgica en Estados Unidos. Una enfermedad hereditaria la está dejando ciega, al igual que a su hijo, por lo que está ahorrando para operarle cuando ocurre un hecho dramático. Las siete canciones que componen la película nacen de los ruidos y sonidos de la vida cotidiana y surgen en los momentos escapistas de la protagonista, quien dice en un momento clave del filme: “a veces soñaba que estaba en un musical, porque en los musicales nunca pasa nada malo”, una afirmación que explica la antítesis entre miseria realista y ensoñación musical que da forma a la película. Obtuvo la Palma de Oro a la mejor película y a la mejor actriz en el Festival de Cannes de 2000.

Chantal Akerman es conocida por realizar un cine biográfico de carácter ensayístico, si bien durante gran parte de la década de 1980 se ocuparía de esta exuberante comedia musical. Golden Eighties [Los dorados ochenta] trata sobre el mundo del escaparate, de la mercancía y del fetiche dentro de un centro comercial como gran escenario. En este espacio, con un grupo de mujeres de protagonistas, entre las que destaca Delphine Seyrig, suceden historias de amor y desamor. Una trama que dialoga con el cine musical de Jacques Demy, histórico realizador de la Nouvelle Vague. Akerman mantiene el encantamiento y el refinamiento del autor de Los paraguas de Cherburgo (1964), aunque para hablarnos de unos seres que viven en desamor continuo y buscando cómo alimentar esa pasión.

Dorothy Arzner fue la única mujer en trabajar como directora en el Hollywood de la Edad de Oro. Con un estilo singular y una mirada subversiva feminista, dirige este melodrama musical sobre las entretelas del mundo escénico. El musical de Hollywood trata sobre su tema predilecto: las lógicas del espectáculo, pero esta vez con una perspectiva de género. La película cuenta la rivalidad entre dos coristas: la discreta y prudente que sueña con triunfar como bailarina clásica (Maureen O’Hara) y la sexual y atrevida que domina el ambiente masculino de la revista musical (Lucille Ball). La competencia entre ambas, otro tema recurrente del musical deja paso a una reconciliación entre iguales al entender lo que explicita O’Hara en una iconoclasta escena al público masculino: “solo queréis que me quite la ropa para que os renten vuestros 50 céntimos y tener el privilegio de mirar fijamente a una chica de la manera en que vuestra mujer nunca os dejaría”.