Las películas de Yoko Ono: 1966-1982

5 febrero, 1997 - 1 marzo, 1997
Lugar
Edificio Sabatini, Auditorio
Comisariado
John G. Hanhardt
Peter Fordham. Yoko Ono y John Lenon filmando Imagine, 1970
Peter Fordham. Yoko Ono y John Lenon filmando Imagine, 1970

Yoko Ono participó en el asalto generalizado a las convenciones cinematográficas durante un periodo extraordinariamente creativo de la cultura estadounidense, en el que los directores desarrollaron formas alternativas de producción, distribución y exhibición. Surgidas del mismo conjunto complejo de experiencias interdisciplinares que habían inspirado objetos y performances durante aquellos años, las películas de Ono se parecen a sus canciones (con su característica expresividad abstracta), a sus trabajos y a sus esculturas porque, como ellos, se centran en los materiales de forma tal que lo que queda en evidencia es el fenómeno mismo de la percepción.

Así, Yoko Ono se enfrenta al fundamento del cine, su capacidad para registrar fotográficamente lo que se encuentra frente a la lente, haciendo patente el proceso material de impresión de la película y, al mismo tiempo, revelando su capacidad de penetración más allá de la superficie de la imagen. En Nº 1 Match (1966), el simple gesto de encender una cerilla llena la pantalla, la imagen acaba convirtiéndose en una metáfora de la luz en el proyector y la propia iluminación en el tema de la película. Su película más conocida, Bottoms (1966), plasma su interés por el cuerpo y las estrategias cinematográficas que iba a emplear para representarlo. Más tarde llegarían las películas que celebraban su relación con John Lennon, a quien conoció en 1966. Film nº 5 (Smile) (1968) utiliza la cámara para capturar las emociones fugaces que se reflejan en el rostro de Lennon, mientras que Two Virgins (1968) es una breve expresión lírica de su amor mezclado y fusionado con las imágenes de los cuerpos.

La celebridad y el feminismo se convirtieron en el tema de otra de las películas más complejas y comprometidas de Yoko Ono, Rape (1969); mientras que Erection (1971) y Apotheosis (1970) se centran en el proceso del movimiento y el cambio temporal. En estas, como las demás películas de la artista, ajenas por completo a las convenciones de la narración, la cámara es como un ojo, un instrumento de observación. Como su trabajo en performance y escultura, estas películas hacen visible los materiales, que en este caso son lo propio del trabajo cinematográfico: la producción y la filmación de imágenes.