Peter Downsbrough
Downsbrough comenzó a trabajar durante la década de los setenta, siguiendo las huellas de los artistas conceptuales y minimalistas con piezas como Two Pipes (outside), Two Dowels (inside) y Two Lines (on paper), tomando fotografías para documentar estas obras y para captar los “cortes” o espacios negativos presentes en el paisaje urbano. Con una producción particularmente fecunda entre 2003 y la época actual (14 películas), y una pausa de 19 años entre su película Untitled (1981) y el reinicio de su producción fílmica en el año 2000, las más conocidas son, precisamente, sus últimas piezas, realizadas en blanco y negro. En ellas el espectador viaja de una ciudad a otra, de una arquitectura a un lugar; recorre con frecuencia espacios por medio de largos travellings puntuados por imágenes fijas tan entrecortadas como precisas; lugares intermitentemente habitados por palabras -a veces enunciadas en voz alta, otras insertadas en la propia cinta; lugares acompañados, la mayoría de las veces, por un fondo sonoro “sordo”.
En 7 come 11, cuarta película de Downsbrough, realizada en 1980-1981 y proyectada en el luminoso Spectacolor Board de Times Square, en Nueva York, se juega una partida de dados. Ambos dados -a veces, dados auténticos marcados con puntos; otras, paralelepípedos con las caras lisas- se van desplazando de izquierda a derecha de la pantalla sobre una alfombra de bombillas rojas, verdes y amarillas, que forman el fondo de un anuncio lúdico y dramático en el que desfila un texto amablemente lapidario: “The dice are not loaded. Yes, they are” (Los dados no están trucados. Sí, lo están). 7 come 11 es también, sobre todo, el primer documento en el que aparecen los dados, figura, objeto y sujeto emblemático de su procedimiento artístico, centrado en la estructuración del espacio y, más exactamente, en las cuestiones de “posición” y “desplazamiento” en un espacio determinado. En Downsbrough, los dados son también caras de escritura en las que afloran sobre todo adverbios, preposiciones y conjunciones, como para sugerir una escritura del lugar, una lectura abierta del espacio donde se halla y en el que sabría situarse el espectador.