La femme au jardin (Mujer en el jardín)
Pablo Picasso (Pablo Ruiz Picasso)
- Fecha:1930-1932 (ca.)
- Materia:Bronce soldado
- Técnica:Soldadura autógena y patinado
- Técnica descriptiva:Escultura en bronce a partir del ejemplar en hierro pintado de 1929 a 1930
- Dimensiones:209,6 x 116,8 x 81,3 cm
- Categoría: Escultura
- Año de ingreso:1995
- Nº de registro:DE00547
A finales de los años veinte, una técnica semejante al ensamblaje, con la que Pablo Picasso había creado sus construcciones cubistas de 1912 en madera y cartón, permitió al artista profundizar en el proceso constructivo con un material nuevo, el hierro, gracias a la ayuda de su amigo y compatriota, el escultor catalán Julio González. Picasso articuló a partir de entonces la escultura con una gran libertad, aprovechando elementos encontrados y materiales diversos del taller de González, ensamblados mediante forjado y soldadura gracias al oficio del catalán. El trabajo de los dos españoles está en el origen de la tradición moderna de la escultura en hierro, un nuevo lenguaje que desafía las fronteras entre dibujo y volumen. Esta escultura, de respetables dimensiones, fue concebida como homenaje a Guillaume Apollinaire, el poeta amigo de Picasso. El artista realizó en 1929 el ejemplar en hierro pintado en blanco conservado en el Musée Picasso de París, y más tarde encargó a González la realización de la versión en bronce, ejemplar único, del Museo Reina Sofía. La obra, realizada ensamblando por soldadura las piezas de bronce fundido, contiene algunas variantes con respecto a la primera versión. Picasso quiso tener esta obra en su jardín del Château de Boisgeloup, donde fue fotografiada por Brassaï en 1932.
«Lineal y transparente», como la describió Julio González, esta escultura es una síntesis plástica y espacial de conceptos heredados del cubismo, que buscó la visión simultánea e íntegra de la figura con la presencia del vacío. Los elementos encontrados o inventados definen la gran figura asentada en una plancha triangular aguda: el rostro triangular, la boca abierta vertical, el cabello al viento realizado con tiras de metal afiladas como hojas de cuchillo y los elementos anatómicos punzantes como el pecho o el vientre, construidos mediante una especie de cacerola o carcasa de caldera. Esta anatomía metafórica se completa con una gran rama de filodendro, una culminación vegetal y naturalista que contrasta con la gran figura esquelética en hierro.
Carmen Fernández Aparicio