Sala 205.17
Con la llegada de la II República, el acceso y la democratización de la cultura se consideró un deber esencial del nuevo gobierno. Para paliar el déficit cultural que se vivía en las zonas rurales del país, los jóvenes intelectuales de la época se movilizaron con una serie de iniciativas para acercar a los pueblos una muestra representativa de la cultura española.
Partiendo de las ideas renovadoras de la Institución Libre de Enseñanza fundada en 1876 por Francisco Giner de los Ríos, se crea en 1910 la Residencia de Estudiantes de Madrid. Un auténtico espacio de modernidad, foro de debate y de difusión del panorama intelectual de las ciencias y las humanidades de la Europa de entreguerras. Entre sus residentes se encuentran algunas de las figuras más importantes de la vanguardia española como Salvador Dalí, Federico García Lorca y Luis Buñuel.
También ligado a la herencia del institucionalismo, surgen durante la República dos iniciativas culturales que tendrán como objetivo el desplazamiento hacia zonas rurales de la experiencia de la cultura y la modernidad urbana. Un nuevo «viaje ilustrado» que provoca, de manera excepcional, una ocupación heterodoxa del espacio de lo popular. La primera de estas iniciativas, en 1931 y bajo la dirección de Manuel Bartolomé Cossío, fueron las Misiones Pedagógicas. Durante los cerca de cinco años que funcionaron, llevaron a casi 7 000 localidades de todas las provincias españolas, y en muchos casos por vez primera, proyecciones de cine, teatro del Siglo de Oro, guiñoles, bibliotecas ambulantes o exposiciones de arte con copias de cuadros del Museo del Prado. Más de 500 personas colaboraron con las Misiones, entre los que se encontraban artistas como Miguel Prieto, Francis Bartolozzi, Pedro Lozano y José Val del Omar.
Con el mismo objetivo, se creó en 1932 el teatro universitario ambulante La Barraca, dirigido por Federico García Lorca y Eduardo Ugarte, cuyos intérpretes eran estudiantes. Hasta su cese por la Guerra Civil representaron por los pueblos de España obras de autores clásicos como Cervantes, Tirso de Molina, Calderón de la Barca o Lope de Vega. Para sus modernas puestas en escena contaron con artistas, como Manuel Ángeles Ortiz, Benjamín Palencia, José Caballero, Ramón Gaya o Alfonso Ponce de León.