25 mayo - 30 agosto, 1999 /

Edificio Sabatini, Planta 2

Vista de sala de la exposición. Esculturas de las Islas Cícladas. Colección de N.P. Goulandris en el MNCARS, 1999 — Vista de sala de la exposición. *Esculturas de las Islas Cícladas. Colección de N.P. Goulandris en el MNCARS*, 1999

El conjunto de cincuenta y ocho figurillas de mármol de la colección Nicholas P. Goulandris conforma una exposición inusual en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Por una parte, la muestra quiere plantear, un ejemplo de la cultura y el arte de las Islas Cícladas -pobladas por los precursores de los griegos indoeuropeos- a través de una selección de esculturas del período protocicládico (3200-2000 a.C.). Por otro lado, la exposición busca señalar su lugar dentro de la amplia y confusa cartografía de culturas primitivas, en las que se basan algunos principios estéticos y formales del Arte Moderno occidental a comienzos del siglo XX. Los trabajos de Georges Braque, Pablo Picasso, Constantin Brancussi, Amadeo Modigliani, Alberto Giacometti, o Henri Laurens, entre otros, muestran el conocimiento y asimilación del arte de las Islas Cícladas, África y diversos lugares de Oceanía, que se vincula a las primeras expediciones y descubrimientos de importantes yacimientos arqueológicos.

Estas figurillas y cabezas, cuyo tamaño oscila entre 4 y 18 cm de altura, dan prueba de la primacía del ser humano en la cultura cicládica, de manera que este antropocentrismo marca el repertorio y la iconografía de sus manifestaciones artísticas. En el caso de las figurillas, fundamentalmente femeninas, se reconoce una voluntad simbólica de personas, vivas o muertas, así como una exaltación de la fecundidad, al utilizar el relieve para resaltar tímidos rasgos faciales -arco de ojo- o referidos al sexo, como el triángulo púbico.

Respecto al estilo de las figurillas, el especialista Christos G. Doumas enumera las características del tipo canónico, que se constatan en los ejemplos presentes en la exposición: la forma de lira de la cabeza, frente curvada hacia atrás, brazos cruzados con un antebrazo sobre el otro, la ligera flexión de las rodillas, pies en punta, nariz en relieve y triángulo púbico inciso. Aun así, según los criterios de proporción y algunas otras variantes, apunta que en el tipo canónico se advierten cuatro variedades, secuenciadas relativamente en el tiempo: Kapsala, Spedos, Dokathisama y Koumasa, siendo la del tipo Chalandriani, de formas planas, cabeza triangular colocada oblicuamente sobre un cuello largo, hombros cuadrados y pecho plano, uno de los primeros signos del declive de la escultura cicládica primitiva.

Los artistas encuentran en estos ejemplos formas puras y primigenias de belleza, que enseguida adoptan como expresión de la identidad entre primitivo y formas atemporales, universales. Cabe señalar el importante papel que revistas y críticos de arte, poetas y coleccionistas juegan en la difusión del arte cicládico y primitivo en general. Entre ellos puede mencionarse a Guillaume Apollinaire, Christian Zervos, Tériade, Charles Rattton, George Bataille y las revistas Cahiers d´Art, Documents o Minotaure.