La exposición que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía dedica a Juan Gris (Madrid, 1887 – Boulogne-sur-Seine, Francia, 1927), da testimonio de los diversos aspectos que abarca la producción del artista, insistiendo los que han permanecido en un segundo plano, como su faceta de colorista, sus primeros años en el contexto del Cubismo o sus dibujos, que él mismo consideró en plano de igualdad con sus pinturas. Esta muestra se suma a las que el Museo ha dedicado al artista en 2001 Juan Gris 1887-1927 y en 2003 Juan Gris dibujante de prensa.
Gris es un hombre intelectual y complejo que, a pesar de su corta vida destaca por su gran producción artística. El artista llega a París en 1906 después de pasar por la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Desde un principio se ve obligado a dibujar en diversas revistas satíricas, pero su decidida vocación de pintor se impone a esta primera dedicación forzosa a la ilustración gráfica. En 1908 conoce al que sería su marchante y gran amigo, Kahnweiler y en muy poco tiempo logra un estilo personal e independiente, aunque profundamente enraizado en la estética del movimiento liderado por Pablo Picasso y Georges Braque.
Las relaciones personales entre los tres grandes del Cubismo fueron complejas, pero cada uno desempeñó su papel dentro de este movimiento y Gris supo encontrar su lugar, cimentado en los principios comunes de la estética cubista y en su personal aplicación de los mismos. A diferencia de Braque y Picasso, Gris nunca empleó por completo la paleta neutra, apostando siempre por el color. Su sistema compositivo, derivado de la técnica del collage, se basa, en su época de madurez, en series de planos triangulares, verticales y horizontales que se solapan. Después de una primera etapa de militancia en el Cubismo analítico, Gris acomete su periodo sintético, en el que las anteriores formas facetadas y perspectivas cambiantes son reemplazadas por el empleo de planos superpuestos de color y textura.
Gris realiza su proceso compositivo de forma diferente a la mayoría de los creadores. Su "método deductivo" parte de estructuras abstractas que sólo en el último momento se identifican con objetos reales. Otra de las aportaciones de Gris es la representación del volumen gracias a la utilización de perspectivas isométricas e imágenes que se recortan sobre sus propias impresiones en negativo, con lo que logra unas composiciones de mayor dramatismo que Picasso o Braque.
