Tanto el flamenco, concebido como cultura popular moderna, como las vanguardias artísticas surgen a finales del siglo XIX. El objetivo de esta exposición es revisar por vez primera la posición del flamenco en el marco de la cultura visual, especialmente su relación de mutua influencia con las vanguardias artísticas y con la modernidad.
El criterio cronológico de inicio y cierre de la exposición (1865-1936) se ha determinado en función de dos fechas significativas. La primera, 1865, es el año del viaje de Manet a España para ver de cerca las pinturas de sus maestros españoles, y el momento en el que el cantaor Silverio Franconetti regresa a Sevilla, donde sienta las bases de lo que pronto será el cante flamenco. Además, en este año se acaba la línea ferroviaria que une Andalucía con Madrid y París, lo que facilita la difusión de la cultura andaluza, y se extienden los movimientos que anuncian
Esta exposición abarca todas las manifestaciones plásticas y elementos relacionados con el flamenco. Para ello se han reunido alrededor de cuatrocientas obras de ciento cincuenta autores entre pinturas, esculturas, fotografías, dibujos de decorados y figurines -además de vestuario original- para danza y teatro, proyecciones, publicaciones y documentos. Un amplio abanico que refleja de qué manera el imaginario de lo español aparece tanto en las expresiones artísticas más populares, como en las experimentaciones vanguardistas sobre los conceptos de representación e identidad. La exposición sigue un orden cronológico y temático dividido en tres bloques: Alrededor de 1900.
Las obras presentes en esta gran muestra, algunas de ellas inéditas, proceden de numerosas colecciones privadas y museos españoles y extranjeros, como el Museo Sorolla, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Artium o el Centre Georges Pompidou, el Musée D'Orsay, el Metropolitan o el MOMA de Nueva York.
Datos de la exposición
Petit Palais, París (05 julio - 31 agosto, 2008)