Oteiza: mito y modernidad

15 febrero - 30 mayo, 2005 /
Edificio Nouvel, Planta 0
Jorge Oteiza. Caja vacía, 1958. Escultura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
Jorge Oteiza. Caja vacía, 1958. Escultura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

Jorge Oteiza (Orio, 1908 – San Sebastián, 2003) es uno de los creadores españoles más relevantes del siglo XX con un trabajo artístico extremadamente personal. Sus esculturas parten del estudio de la relación entre el volumen y el espacio iniciada por las primeras vanguardias, especialmente el Constructivismo, al tiempo que comparte con otros artistas una particular sensibilidad hacia lo abstracto, lo espiritual y humanista. 

Oteiza inicia su carrera artística en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, donde realiza y expone sus primeras esculturas, influidas por la obra de Jacob Epstein, Dimitry Tsaplin y Alberto Sánchez. En 1935 viaja a Latinoamérica donde expone en varias ciudades, mientras se dedica a la docencia y a la investigación de la escultura precolombina. En este periodo escribe algunos de los textos fundamentales para la comprensión de su proyecto artístico.

Tras su regreso a España en 1948 comienza una constante experimentación de lo que él mismo ha definido como "la naturaleza estética de la Estatua como organismo puramente espacial" mientras aborda el encargo de la estatuaria de la Basílica de Aránzazu, enorme conjunto proyectado en 1953 y ejecutado entre 1968 y 1969. En ella los motivos religiosos se despersonalizan, las figuras se vacían y al abrirse al espacio se cargan de contenido espiritual. En 1957 recibe el Premio Internacional de Escultura en la IV Bienal de Sao Paulo y edita un catálogo con el texto “Propósito experimental, 1956-57”, en el que fundamenta los principios teóricos de su obra. En el texto Oteiza reflexiona sobre el progresivo papel del vacío y el silencio que encuentra en su escultura y entre 1958 y 1959 plasma sus formulaciones anteriores en su obra, como la desocupación del cubo en sus Cajas vacías, quizá las que mejor representen las conclusiones de su experimentación. A partir de ellas desarrolla nuevos ensayos que culminan en sus obras preminimalistas. En estos años relaciona el vacío que encuentra en su obra con el de los cromlechs de la prehistoria vasca y tras llegar a la conclusión experimental de que "ya no se puede agregar escultura, como expresión, al hombre ni a la ciudad", Oteiza abandona la producción escultórica.

En los años sesenta, el artista se entrega a la investigación estética y lingüística, particularmente de la cultura vasca, y se implica activamente en la causa política y social, para regresar a la escultura entre 1972 y 1975. Esta exposición sigue de cerca el proceso experimental del artista a fin de plasmar la evolución formal y conceptual en sus esculturas, dibujos y collages, muchos de los cuales se presentan por primera vez al público.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Guggenheim Bilbao, en colaboración con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y la Sociedad Estatal para la Acción Cultural en el Exterior (SEACEX)
Comisariado: 
Margit Rowell y Txomin Badiola
Itinerario: 

Museo Guggenheim, Bilbao (08 octubre 2004 - 23 enero, 2005); Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York (28 junio - 24 agosto, 2005)

Artistas: